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miércoles, 25 de junio de 2014

FIESTAS DE SANT JOAN EN CIUTADELLA. Reclamo turístico de Menorca.


Las fiestas de Sant Joan en Ciutadella son únicas y espectaculares. Durante unos días la ciudad de Ciutadella se transforma en un lugar donde cada vez más gente celebra unas fiestas muy divertidas y familiares. Las fechas de Sant Joan se han convertido a lo largo de los años en un reclamo turístico cada vez más popular, por lo que la gente de toda Europa y sobretodo Catalunya viajan a Ciutadella a finales de Junio.

La historia de las fiestas es bastante desconocida por la mayoría de los asistentes foráneos. Se trata de una festividad cuyo origen se remonta al siglo XIV, y tiene motivaciones religiosas (aunque no se puede verificar con total seguridad). Con el paso del tiempo se le han añadido algunos actos que difieren de la celebración original para darle un toque diferente a la fiesta.
Una de las particularidades más curiosas de la fiesta es la representación de los diferentes estamentos sociales de la sociedad de la época. El Caixer Senyor representa a la nobleza, el Caixer Capellà representa al clero, los Caixers Pagesos representan a los payeses y los Caixers Menestrals representan a los artesanos.






Las fiestas de Sant Joan constan de una serie de actos distribuidos a lo largo de aproximadamente una semana (en realidad hay 5 días claves). Los días más concurridos son el 23 y el 24 de Junio, pero también son interesantes la "Vetlla des Be" que es el sábado anterior al día de Sant Joan y el "Día des Be", el domingo antes de Sant Joan y que se considera como el inicio de las fiestas.

23 de Junio
Es la víspera de Sant Joan. Ciutadella ya está a rebosar de visitantes de todas partes. A las dos de la tarde el fabioler (montado en un burro, y con un fabiol y un tambor), visita la casa del Caixer Senyor para iniciar el repliegue de los cavallers.
Sobre las seis de la tarde, tiene lugar el "Caragol des Born", uno de los primeros actos multitudinarios con cierto riesgo para los asistentes: los caballeros dan vueltas a la plaça des Born al ritmo de la música en directo tocada por una orquesta. Si en algún momento se detiene la música en seco, es que alguna persona puede haberse hecho daño. Cuando acaba el caragol hay una "guerra" de avellanas en la Contramurada.
Por la noche se puede ver el "Caragol de Santa Clara", donde los jinetes y los caballos dan vueltas por las calles de Ciutadella y entran en las casas de la gente. Es un momento adecuado para todas las edades.




24 de Junio: Sant Joan
El día de Sant Joan es el día de culminación de las fiestas. Sobre las ocho de la mañana el fabioler se presenta en casa del Caixer Senyor para empezar con las celebraciones. Durante la mañana se realizan ensayos de los "Jocs des Pla".
Alrededor de las cinco, las calles con vistas a Es Pla se empiezan a masificar. La gente se prepara para uno de los actos más espectaculares de todas las fiestas: els Jocs des Pla, que tendrán lugar a partir de las siete sin tener en cuenta los más posibles retrasos.
Durante "Las Carotades", dos jinetes cabalgan en paralelo y mientras uno de ellos sostiene una cartea, el otro la intenta romper con una piedra. Intenta estar lejos cuando se rompa la cartea, ya que la gente se abalanzará de forma brutal sobre los restos que caigan al suelo para intentar conseguir un pedazo de ese gran trofeo.




En el juego de "La Ensortilla", los jinetes cabalgarán al galope y con una lanza en la mano desde un extremo de es Pla. Al otro extremo se puede ver una anilla o ensortilla que cuelga de un cable. El jinete tratará de acertar con su lanza la anilla, de unos pocos centímetros de diámetro. La dificultad de la prueba es extrema, y cada vez que un jinete acierte sonará la música en directo y la gente empezará a bailar con alegría.





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domingo, 1 de junio de 2014

THE CHEESE ROLLING. Los locos del queso.


Nos encanta pasárnoslo bien y si es haciendo locuras o fiestas extravagantes todavía más. A finales de mayo, se celebra en la colina Cooper el tradicional Festival del queso rodante de Gloucestershire, en Inglaterra, cerca del distrito de Gloucester cuya localidad más cercana es Brockworth aunque con el paso de los años, la fama internacional del evento haya eclipsado su nombre.
El nombre oficial de este festival es Cooper’s Hill Cheese-Rolling and Wake y y se celebra el último lunes de mayo debido a la festividad de Bank Holiday de primavera. Sus orígenes son confusos. No se sabe a ciencia cierta el año exacto en el que comenzó su andadura y lo único verídico es un escrito de 1836 en el que se hablaba de él. Se estima, sin embargo, que este festival tiene más de 200 años de historia y se puede confirmar que a partir de 1884 se tomó un carácter anual en esta festividad.





¿En qué consiste?
No tiene mucha complicación. Tampoco se requiere un cerebro avispado para conocer las reglas. Desde lo alto de la cima se lanza un queso y la primera persona que lo atrape o alcance la meta situada abajo de la misma, se lo lleva. El encargado de tirar este bien tan preciado es el Maestro de Ceremonias, un hombre ataviado con una bata blanca y un sombrero con una banda de los colores del queso y sus lazos: blanco, azul y rojo.
El objeto de deseo es un doble queso Gloucester que pesa exactamente 7 libras, unos 3,17 kilogramos al cambio. Se podría decir que la carrera es a vida o muerte. Aunque suene algo exagerado, puede resultar más real de lo que imaginamos. La colina es muy empinada y al tratar de correr a través de una inclinación tan alta, es muy fácil perder el equilibrio y comenzar a rodar y rodar. Llega un punto en el que, sin querer darnos cuenta, nuestra mente empieza a preguntarse quién es el objeto rodante, si el queso o la propia persona.





Capturar el derivado de leche antes de detenerse en la llanura tiene mucho mérito. Con la intención de facilitar de algún modo la proeza, el participante tiene una ventaja de aproximadamente un segundo. Teniendo en cuenta que el queso puede llegar a alcanzar sin rechistar los 112 kilómetros por hora, es fácil pensar que la tarea no va a resultar fácil. Habría que preguntarle a Usain Bolt si cuesta abajo lograría alcanzar estos registros. ¡Sería estratosférico!
Años atrás el Festival del queso rodante fue cancelado por motivos de seguridad. Hay que tener en cuenta dos cosas: primero, la velocidad que adquiere el queso es peligrosa porque puede golpear fatídicamente a los espectadores; segundo, el hecho de correr ladera abajo entraña multitud de peligros y que derivan en infinidad de contusiones y fracturas de huesos. No obstante, la tradición es la tradición y al siguiente año Gloucestershire no se quedó sin este evento. Se organizó uno alternativo (sin servicio sanitario, todo hay que decirlo) y el ganador volvió a ser el 6 veces campeón Chris Anderson.
Como la gente no estaba dispuesta a perder la tradición centenaria, se lanzó una campaña con el lema "Save The Cheese Roll", salvemos el queso rodante. Parece que dió resultado ya que desde entonces esta festividad se ha vuelto a celebrar de forma oficial.








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